En términos de dólares, Buenos Aires es cara? si, y casi tanto como en el US$ 1 a $ 1. Y hay indicios que nos dan cuenta de eso: Meses de demora en la entrega de autos 0 kilómetro importados; precios de restaurantes como en Nueva York; falta de stock en locales de ropa; fletes de Brasil que llegan desbordados y salen semivacíos.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, mientras tanto, amedrenta a importadores y al comercio: que nadie importe, que nadie suba los precios.
La realidad es que como consecuencia del boom del consumo y la falta de inversión, las importaciones empiezan a ganar terreno en una economía en la que el tipo de cambio real se aprecia y encarece los productos argentinos frente al mundo. Según datos del Indec, en los primeros nueve meses del año, las importaciones crecieron a un ritmo del 46% anual, mientras que las exportaciones avanzaron al 24%.
Por efecto de la inflación local, la relación de competitividad con Brasil es de 2 a 1 (hace un año era de 2,5 a 1) a favor de la Argentina, mientras que con EE.UU. ya es de 1,18 a 1. Por ello, pese a que en la práctica importar no es una tarea fácil por los controles del Gobierno y la imposición de licencias no automáticas para una gran cantidad de productos, cuando se logra pasar la Aduana, lo extranjero hoy es muy competitivo frente a lo nacional.
Si bien la mirada esta puesta en el superávit comercial, es decir el saldo que le queda al país entre los productos que vende al exterior y los que compra, la inflación termina incentivando las importaciones.
Gran parte del incremento de las importaciones (el 83%) responde a un aumento del ingreso de bienes intermedios, suministros industriales y piezas y accesorios para bienes de capital, todos usos relacionados con la industria. En cambio, tienen escaso peso relativo los bienes de consumo:juguetes, calzado, electrónica, textiles o alimentos.
Debido a que el promedio de la industria argentina está trabajando por encima del 75% de su capacidad instalada,ante un consumo sostenido, varios sectores comienzan a importar para hacer frente a una demanda que cada vez es mas exigente.
De no ser por el impulso de la industria automotriz y metalmecánica, destacan los economistas consultados, el crecimiento de la producción industrial local es moderado e incluso bajo. Debido a que la economia no tiene inversion estructural, aumentan las importaciones. Más que un modelo productivo, el de la Argentina es un modelo de consumo. Y cuando el consumo no arrastra inversión doméstica, hay importación, segun las consultoras especializadas en comercio exterior.
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