Fuga de Dolares

Actualmente la Fuga de Dolares en Argentina se ha desacelerado gracias al cepo cambiario que ha instalado el gobierno hace ya varios meses. Aunque nunca se detuvo, la fuga de divisas del mercado financiero ha disminuido, pero  por temor a una pesificación u otras medidas, muchos argentinos, incluyendo a pequeños ahorristas, retiraron sus dólares de los bancos y a través de otros mecanismos, entre ellos el mercado paralelo pero también a través de extracciones de dolares en cajeros de Uruguay, siguieron mandando su dinero al exterior.

Recordemos que la Fuga de capitales o Fuga de divisas significa trasladar ese capital de un país transferido a otro. Es la tendencia del capital humano y capital financiero a abandonar los países en desarrollo en busca de tasas de rendimiento más altas en otros países.

La fuga de capitales se da con mayor frecuencia en las épocas en que en el mercado de un país es mayor la demanda que la oferta del dinero y se origina por la caída de las exportaciones, debido a la deuda externa o la incertidumbre económica.

Esto es precisamente lo que ocurre en nuestro país, donde la incertidumbre económica y financiera hace que muchos de nosotros saque sus dolares hacia otros territorios mas firmes.

Como ya sabemos, hoy en Argentina está prohibido comprar dólares para atesorar y los bancos sólo venden dólares billete para turismo, y siempre y cuándo lo autorice la AFIP, o para el goteo de la salida de lo que aún queda en plaza de plazos fijos y cajas de ahorro en dólares. Las otras pocas operaciones permitidas –básicamente, comercio exterior- se hacen por transacciones electrónicas.

Aunque el cepo no detuvo del todo la fuga de divisas por otros medios, sí fue efectivo para frenar notablemente la importación de billetes de dólar.

De acuerdo con lo publicado por el diario El Cronista Comercial, en el segundo semestre de 2011 y el primero de 2012, cuando más se había recalentado la venta de divisas extranjeras en el país (una de las formas de salida de depósitos del sistema financiero), los bancos importaban billetes de dólar por unos 500 millones de dólares al mes.

Ese ritmo se ralentizó a un promedio de unos 200 millones de dólares mensuales en el segundo semestre de 2012 y a unos 100 millones de dólares por mes en el primer trimestre de este año: es decir que hoy se importan apenas un 20% de los billetes que se importaban durante el momento más caliente del mercado cambiario.

De esta forma, se demuestra que el dinero del sistema financiero parece haber encontrado en abril un leve impasse, dado que los depósitos, tanto en pesos como en dólares, interrumpieron abruptamente la dinámica que venían mostrando desde hace meses y quedaron por primera vez sin movimientos. El fuerte drenaje de divisas que afectaba a las entidades, producto de la fuerte suba del dólar blue o paralelo (que el martes 23 de abril marco otro máximo de $8,83) y las mayores expectativas de devaluación, había explorado máximos de u$s 30 millones diarios durante marzo y la primera semana de abril. Pero se redujo sorpresivamente en los últimos días, a un promedio de apenas u$s 2 millones diarios.

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